jueves, 20 de enero de 2011

el estado actual de haiti

                                     A un año del terremoto Haití: 
                Contraste entre la injerencia y la solidaridad en un país desvastado
 
                              Imagen enviada
 
Si desde hace décadas Haití enfrenta el asedio de Estados Unidos y sus políticas de injerencia, el 12 de enero de 2010 un terremoto de 7,3 grados en la escala de Richter no sólo desoló a uno de los países más pobres del mundo, sino que abrió la puerta para una nueva avanzada de las tropas norteamericanas en lo que consideran su "patio trasero". 250 mil personas muertas, casi dos millones de afectados que quedaron sin viviendas y la agudización de la crisis sanitaria fueron las primeras consecuencias de ese desastre climático.

La semana pasada, la organización no gubernamental (ONG) Intermón Oxfam, señaló que la reconstrucción de Haití se encuentra en un "punto muerto".

En su informe "De la emergencia a la reconstrucción: apoyar el buen gobierno de Haití tras el terremoto", indicó que sólo se ha retirado el 5% de los escombros originados y únicamente se han construido el 15% de los refugios necesarios.

El retraso a la indecisión del gobierno haitiano, la descoordinación de los países donantes y la falta de operatividad de la Comisión Interina para la Reconstrucción del país son algunas de las razones para la actual situación, según la ONG.

A esto se le debe sumar el brote de cólera que ya causó en el país más de tres mil muertes y que se denunció fue generado por tropas nepalesas de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah), fuerza de ocupación que ingresó a la nación luego del derrocamiento del presidente Jean-Bertrand Aristide en 2004.

Diversas organizaciones no gubernamentales y especialistas remarcaron que de los 2.100 millones de dólares comprometidos para la reconstrucción en 2010, sólo el 42% se había entregado a finales de año.

Por su parte, la agrupación internacional Plan manifestó que en Haití 700 mil niños se encuentran sin hogar.

Este organismo explicó que las escuelas puestas en marcha tras el terremoto tienen un carácter temporal, con una durabilidad estimada de 15 años, por lo que son vulnerables a los huracanes y las lluvias torrenciales.

Apenas producido el terremoto, el gobierno de Estados Unidos envió tropas a Haití, hecho que fue denunciado como una fuerte injerencia.

Medios de prensa recogieron por esos días testimonios de pobladores, como el caso del estudiante Wilson Guillaume que declaró que no vio a los soldados "distribuyendo comida en el centro de la ciudad, donde la gente necesita urgentemente agua, alimentos y medicamentos. Esto se parece más a una ocupación".

En el artículo "Un portaviones llamado Haití", el periodista Raúl Zibechi analizó que la postura militar de la Casa Blanca fue "la primera intervención de envergadura de la IV Flota".

"Con la crisis haitiana, la militarización de la relaciones entre Estados Unidos y América Latina avanza un paso más, como parte de la militarización de toda la política exterior de Washington", aseveró el comunicador.

En el mismo artículo, Zibechi citó el alerta dado por matutino chino Diario del Pueblo, que el 21 de enero se preguntaba si Estados Unidos pretende incorporar a Haití como un estado más de la Unión.

Una semana después del terremoto, el Pentágono movilizó hacia la isla un portaaviones, 33 aviones de socorro y numerosas naves de guerra además de 11 mil soldados.

Por su parte, el miembro de Jubileo Sur/Américas, Camille Chalmers, denunció que el terremoto sería "un pretexto para profundizar el proceso de endeudamiento y la utilización de la deuda como instrumento de dominación" en Haití.

Como ejemplo, el referente social recordó que a pesar de la liberación de la nación en 1804, "fue con la deuda que reinsertaron a Haití en el proceso de dominación capitalista. La deuda tuvo un peso de sangre, de dolor y de lágrimas en nuestra historia".

A su vez, Chalmers expresó que "el primer país que realmente dio la cara a la crisis fue Cuba, que desplegó 1300 médicos inmediatamente".

"Un avión cubano llegó a Haití la misma noche, pero la prensa nunca habló de esto. Cuba tiene una presencia maravillosa y que utilizo siempre como ejemplo de la cooperación alternativa. Cuando la gente, la prensa internacional habla de caos o de inseguridad en Haití, olvidan que desde el 1998 hay 400 médicos cubanos en Haití, que están en todas las comunidades rurales más alejadas de la ciudad sin ningún acompañamiento de seguridad militar", relató.

Con la mayor tasa de pobreza de América Latina y el Caribe, la ONU como el Fondo Monetario Internacional (FMI) estipulan que la nación tardará al menos una década para que su economía se recupere del fuerte impacto del terremoto.

Para ambas entidades la situación haitiana se puede comparar a una economía de posguerra, con una caída de alrededor del 15% del Producto Interno Bruto (PIB) y una estructura socioeconómica totalmente derrumbada.

Con un 80% de la población viviendo bajo el umbral de pobreza y un 75% dependiente de la agricultura y la pesca de subsistencia a pequeña escala, se puede caer en el error de que Haití es una nación maldecida por los fenómenos climáticos, ya que en 2010 tuvo que sufrir dos huracanes.

Pero un análisis más certero nos debe remitir a las razones políticas y sociales, donde una fuerte presencia extranjera, encabezada por Estados Unidos, y planes de extrema explotación convirtieron al territorio haitiano en suelo devastado.

Como bien lo escribió Frida Modak, quien fuera la Secretaria de Prensa del Presidente chileno Salvador Allende, "transcurrido un año nada se ha cumplido" en Haití para ayudar a los más pobres, aunque "los barrios de la gente rica o acomodada no sufrieron los daños que experimentaron las precarias viviendas de la mayoría de los habitantes" de Puerto Príncipe.

"Los hoteles de gran turismo tampoco se vieron afectados y siguieron recibiendo lujosos cruceros cuando la mayoría no tenía donde cobijarse. En ese mundo nada ha cambiado", apuntó de forma acertada Modak.


No hay comentarios:

Publicar un comentario